Semana Santa en Toledo. 2023

Semana Santa en Toledo. 2023

Reportaje fotográfico realizado el 6/04/2023, Jueves Santo, por el casco antiguo y conventos de la ciudad de Toledo.
Comienza con una instantanea de la Academia de Infanteria de Toledo y termina en el Monasterio de San Juan de los Reyes.



Antiguo Hospital de San Lázaro, Toledo

El Hospital de San Lázaro, cuya advocación era al santo mendigo abogado de los pobres y no al resucitado, se construyó en las afueras de Toledo a principios del siglo XV para enfermos de lepra, sarna y tiña. 

Fundado por Juan Sánchez de Greviñán en 1418, extramuros de la ciudad, se sostenía con limosnas hasta que fue acogido por el patronazgo real de Felipe II, administrado por la cofradía de Nª Sª de las Angustias y más tarde por la Cámara Real hasta su supresión.

Dejó de funcionar a principios del siglo XVI por falta de dinero hasta que, en 1560, el rey Felipe II ordenó su apertura bajo patronato Real, tomando el nombre de Hospital Real. En el siglo XVIII, dejó su función hospitalaria y pasó a ser cuartel, instalándose en él, desde 1846 hasta 1847, la Academia de Infantería mientras que en 1869, se convirtió en Escuela de Tiro. 

Posteriormente, se fundó en su interior el Colegio de María Cristina, que desapareció en 1936 al ser destruido durante la Guerra Civil (1936-1939). 

Tras esta contienda, alojó diferentes unidades militares hasta que en los años 60 del pasado siglo XX se vendió, quedando del antiguo hospital poco más que el ábside y la portada. En la actualidad y desde 1986, hay un hotel y un restaurante en su interior.

En este hospital, según algunos, descansó el arzobispo electo de Toledo, San Eugenio. Otros dicen que fue fundado por el conocido Conde de Orgaz en los días de peste en la ciudad. 
Fuentes:http://www.unaventanadesdemadrid.com/toledo-v.html
http://www.abc.es/hemeroteca/historico-03-02-2002/abc/Toledo/desde-santiago-del-arrabal-al-hospital-de-san-lazaro_75891.html

Abside del Hospital de San Lázaro

El Hospital de Tavera, también conocido como Hospital de San Juan Bautista, Hospital de afuera o simplemente como Hospital Tavera, es un importante edificio de estilo renacentista que se encuentra en la ciudad española de Toledo. Fue construido entre 1541 y 1603 por orden del cardenal Tavera. Este hospital está dedicado a San Juan Bautista y también sirvió como panteón para su mecenas, el cardenal Tavera. Inicialmente empezó a construirse bajo la supervisión de Alonso de Covarrubias, siendo sucedido por otros arquitectos y terminando la obra Bartolomé Bustamante.

La lejanía con el casco viejo de la ciudad hizo que se le apodara «el hospital de afuera», puesto que dentro de las murallas ya existía el Hospital de Santa Cruz.

Actualmente el edificio sigue siendo propiedad de la Casa de Medinaceli y en su interior se encuentra el Museo Fundación Lerma, que alberga parte de las colecciones artísticas de dicho linaje, así como el Archivo Histórico de la Nobleza.
Fuentes: 
https://es.wikipedia.org/wiki/Hospital_de_Tavera

Fachada Hospital de Tavera


El Paseo de Merchán o de la Vega 
El Paseo de Merchán o de la Vega está a los pies de la muralla de Toledo, frente a la Puerta de Bisagra. Actualmente es uno de los parques más emblemáticos de la ciudad pero en la antigüedad fue usado como escombrera, hasta que en 1538 el Mariscal Pedro de Navarra y de la Cueva ordenase la explanación de la zona con el fin de que sirviera para la celebración de torneos, juegos, desfiles y actos de la realeza y la nobleza.

Debido a quien ordenó su construcción, recibió la denominación de Paseo del Mariscal, la cual fue derivando en composiciones fonéticas parecidas hasta llegar al nombre que perdura en nuestros días de Paseo de Merchán. Los toledanos lo identifican como Paseo de la Vega.

Durante décadas, el Paseo de Merchán o de la Vega fue el lugar donde miles de personas disfrutaban de las Ferias de Toledo. En la actualidad es un espacio extenso habitado por árboles centenarios, una hermosa rosaleda y estatuas de reyes antiguos, a los pies de las murallas de Toledo.
Es un paseo muy animado donde podrás disfrutar desde un chocolate con churros, una horchata, granizado o un aperitivo. En él se celebran numerosos conciertos de Bandas de Música y también el programa de Música en la Vega que tiene lugar en los meses de mayo y junio todos los sábados a las 20 horas

En el Paseo de Merchán el canto de los pájaros y las risas de las familias es lo único que se escucha, puesto que evoca a la calma y el descanso. Es el lugar perfecto para relajarnos y si lo atravesamos, dando un paseo, podemos acabar en el centro histórico de la localidad, en otro paseo, el de Recaredo, o en el Hospital de Tavera, dependiendo de que dirección elijamos.

Casa del Corcho
En el Paseo de Merchán o de la Vega se encuentra la popular Casa del Corcho. Una tradicional vivienda del guarda del parque que fue construida a finales del siglo XIX por el arquitecto Ramiro Amador de los Ríos. Es de un estilo romántico y rústico, en la que predomina el corcho en su construcción. Está perfectamente integrada en la vegetación del parque y fue restaurada en los últimos años.
Fuentes: https://saposyprincesas.elmundo.es/actividades-ninos/toledo/aire-libre/parques-y-jardines/paseo-de-merchan/

Paseo de Merchan o de la Vega



Casa de Corcho

Puerta de Bisagra. Es conocida con el título de «Nueva» debido a que existe otra puerta en las inmediaciones —de menor tamaño— llamada Puerta Antigua de Bisagra o Puerta de Alfonso VI. Su nombre musulmán era bab a Ssaqra​ o "puerta de la Sagra" siendo este el único acceso directo a la ciudad de Toledo desde la comarca que se ubica al norte de la ciudad.
Fuentes: https://es.wikipedia.org/wiki/Puerta_Nueva_de_Bisagra

Puerta de Bisagra





La iglesia de Santiago el Mayor o de Santiago del Arrabal está situada junto a la Puerta de Bisagra, en la zona norte del casco histórico de la ciudad; fue construida en la segunda mitad del siglo XIII, bajo el mecenazgo de Sancho II, rey de Portugal. Es uno de los más claros ejemplos de edificio de estilo mudéjar toledano por sus grandes dimensiones y líneas puras, construida en ladrillo y mampostería encintada.

El templo posee tres naves (la central de mayor altura que las laterales), divididas en tres tramos, separadas por grandes arcos apuntados y cubiertas con armadura de madera. El crucero sobresale en planta y está cubierto, en su parte central, por una bóveda de crucería en ladrillo. El artesonado central está formado por vigas de par y nudillo, con tirantes dobles con fragmentos de inscripciones en árabe cúfico y nasji.

El templo posee tres puertas de acceso, dos de ellas en las naves laterales y otra a los pies. Los muros exteriores alternan el mampuesto con el ladrillo en hiladas y las puertas están enmarcadas en arcos de herradura polilobulados. Cuenta con tres ábsides semicirculares​ cuyos exteriores los constituyen pisos de arcos de distintos tipos (de medio punto, apuntados y polilobulados).

El Retablo Mayor es de estilo plateresco, tallado por Juan de Tovar y pintado, dorado y estofado por Francisco de Espinosa entre los años 1545 y 1548. Consta de banco o pedrella, cinco calles, cuatro cuerpos y ático.

Posee una torre, a la cabecera del templo, exenta y de dos cuerpos con ventanas de arco de herradura en la parte superior. Se cree que fue el antiguo alminar de una mezquita que ya en 1125 era parroquia.

En 1958 se restauró el edificio, procediéndose a eliminar el pórtico y las casas adosadas a la iglesia, recuperando su condición de edificio exento.
Fuentes: https://cultura.castillalamancha.es/patrimonio/catalogo-patrimonio-cultural/iglesia-de-santiago-del-arrabal-de-toledo







            
Puerta del Sol
Tiene un estilo mudéjar y fue construida para dar acceso a la ciudad amurallada. Se trata de una puerta de albarrana, de carácter conmemorativo, de gran influencia nazarí. Está fechada en el último cuarto del siglo xiv.

El arco de acceso es un arco de herradura y es acogido por un arco de herradura apuntado. Está construida en piedra, sillería y mampostería. Las almenas, los merlones y el friso de la puerta son de ladrillo. Con arcos lobulados entrelazados. Recibe su nombre de un relieve en el lado extramuros, en el que entre otras figuras aparece un sol.
Fuentes: https://es.wikipedia.org/wiki/Puerta_del_Sol_(Toledo)

Puerta del Sol

Puerta de Valmardón
La Puerta de Valmardón o de Bab al-Mardóm está situada al norte del casco histórico, cerca de la Puerta del Sol y de la mezquita del Cristo de la Luz. También se la conoció en el pasado como "Puerta de Mayoriano" o "del Cristo de la Luz".

Fue construida en el siglo IX–X y permitía el acceso a la medina islámica toledana, siendo probablemente la más antigua de la ciudad de Toledo. Su nivel inferior está dividido en dos espacios entre los cuales existe una doble mocheta que aloja el rastrillo, añadido durante las reformas realizadas en época cristiana.

El aparejo empleado en sus fachadas es de sillería reutilizada en las zonas bajas y el mampuesto encintado con hiladas de ladrillo, típico del arte mudéjar, en las zonas medias y altas.

El acceso a través de esta puerta debió realizarse por sendos arcos de herradura, que fueron modificados posteriormente hasta convertirlos en arcos de medio punto, sobre los que se sitúa el cuerpo superior que servía como estancia, distinguida externamente con el típico aparejo toledano.

Algunos huecos ciegos, y una ventana, dan cuenta de los cambios en su uso. La puerta fue pasando por distintas etapas, propiedad de Los Mendoza hasta el siglo XVIII, hospital de San Lorenzo después, hasta llegar a manos privadas a finales del siglo XIX.
Fuentes: https://draft.blogger.com/blog/post/edit/5457728344703123090/6618720087670280730

Puerta de Valmardón o de Bab al-Mardóm





Cristo de la Luz
La ermita o iglesia del Cristo de la Luz, anteriormente mezquita de Bab al-Mardum (en árabe: مسجد باب المردوم‎), es un edificio de la ciudad española de Toledo, en su casco histórico.

De las diez mezquitas que llegó a tener la ciudad, es la mejor conservada. En época musulmana era un pequeño oratorio ligado a una puerta de acceso a la ciudad (Bab al-Mardum) para uso de los recién llegados a Toledo o para la preparación a la salida. Fue construida en el año 999, la época de esplendor del Califato de Córdoba, tal y como reza la franja epigráfica de su fachada de acceso.

Distintos elementos, principalmente un ábside, se añadieron en el siglo xii, tras la conquista cristiana de la ciudad, cuando Alfonso VI cedió el edificio a los caballeros de la orden de San Juan, que establecieron allí una ermita bajo la advocación de la Santa Cruz. Se considera esta ampliación la más antigua muestra de arte mudéjar de que se tiene constancia. El nombre que terminó llevando como templo cristiano proviene de la sustitución del cristo crucificado que se colocó cuando fue consagrada como ermita, por una imagen de la Virgen de la Luz posteriormente desaparecida. En la actualidad es un espacio desacralizado.
Fuentes: https://es.wikipedia.org/wiki/Cristo_de_la_Luz











Convento de los Carmelitas Descalzos
El convento de los Carmelitas Descalzos es un conjunto conventual de la ciudad española de Toledo, que debió de ser edificado entre 1643 y 1655; y consta que su portada de piedra se contrató en 1651, según trazas del arquitecto, carmelita descalzo, fray Pedro de San Bartolomé.
El edificio dispone sus dependencias en torno a un patio, cuyo piso principal lo forman cuatro galerías, con bóvedas de medio cañón con lunetos; salvo en los tramos de esquina, que están cubiertos con bóvedas de aristas.

La iglesia es de planta rectangular, estructurada en tres naves; aunque los tramos de las laterales quedan marcadamente individualizados, a modo de capillas, por sus bóvedas cupuliformes. Tiene nave central de doble ancho, más alta que las laterales, amplio crucero de brazos cortos, en cuyo tramo central se levanta una cúpula sobre pechinas, así como la capilla mayor y un amplio coro, en alto, a los pies del templo. Las bóvedas de la nave central, del coro y de los laterales del crucero, son de medio cañón. Se disponen yeserías decorativas, de libre diseño, en consonancia con la práctica habitual del seiscientos toledano, tanto en las bóvedas del crucero y del presbiterio como en la cúpula.

El exterior es, en general, de ladrillo visto con rafas de mampostería, de volúmenes cúbicos y perfiles rectilíneos; con un cimborrio cuadrangular que enmascara la cúpula.

La portada en piedra es de tipo retablo-cuerpo y ático con hornacina y presenta, como soportes fundamentales, no ya columnas, sino pilastras toscanas.
Fuentes: https://es.wikipedia.org/wiki/Convento_de_los_Carmelitas_Descalzos_(Toledo)

Convento de los Carmelitas Descalzos








Cobertizo de Santa Clara
En este caso el pasadizo perteneció al palacio de los Rivera, señores de Valdepusa y Malpica. No pertenecía como se piensa al convento de Santa Clara. Es aquí donde se puede observar el rebajo al que se vio sometida la calle, picando la piedra en obra probablemente realizada hacia 1568, para facilitar el paso bajo el cobertizo y para derivar las aguas de lluvia.
Fuentes: https://www.leyendasdetoledo.com/cobertizos-toledo/

Cobertizo de Santa Clara

Cobertizo de Santo Domingo el Real de Toledo. 
No es más que una calle cubierta que comunica a diferentes conventos de la zona. Pero este cobertizo tiene historia, ya que fue la archiconocida y renombrada Juana la Loca, la que mandó tirar todos los cobertizos de la ciudad que no midieran por lo menos algo más de lo que ocupaba un caballero montado a caballo y con una lanza vertical. Muchas fueron las calles cubiertas que se destruyeron debido a su corta altitud que no dejaba entrar ni la luz y que hacía de ellas un lugar oscuro y cerrado, pero el Cobertizo de Santo Domingo permaneció intacto, debido a su gran altura y se encuentra en perfecto estado hasta la actualidad.

En este cobertizo se unen los conventos de Santa Clara y de las Comendadoras de Santiago. Las monjas de Santa Clara encuadernan libros y hacen dulces, y las Comendadoras de Santiago se encargan de una guardería.

Guarda la historia que en el Convento de Santa Clara se guardaban todas las llaves de la ciudad con las que se cerraban las puertas cada noche. Y la reliquia del Santo Sudario de Cristo, una de las más antiguas conocidas permanece en el Convento de las Comendadoras de Santiago.

El cobertizo de Santo Domingo el Real, es un lugar perfecto para pasear y dejar volar la imaginación, sobre todo si se hace de noche. Una belleza sin igual rodeado de conventos y por la plaza renacentista, obra de Juan Bautista Monegro en 1612. Un rincón escondido en Toledo que merece la pena visitar por lo menos una vez en la vida.

Realmente este cobertizo pertenece al convento de Santa Clara, pero la calle se conoce como perteneciente a Santo Domingo el Real, que es el convento fundado en 1364 con licencia de Pedro I “el Cruel”. Es el cobertizo de mayor longitud de los que quedan y por las noches es una auténtica experiencia pasear, en soledad, por estas calles.
Fuentes: https://www.elmapadelviajero.com/cobertizo-de-santo-domingo-el-real/
Fuentes: https://www.leyendasdetoledo.com/cobertizos-toledo/



Cobertizo de Santo Domingo el Real 


Convento de las Comendadoras de Santiago
El convento de las Comendadoras de Santiago está situado actualmente en el extremo norte de lo que fue el monasterio de Santo Domingo el Real.

Fue fundado a mediados del S. XIV sobre las casas que había donado Dª Inés García Meneses. Poco a poco las antiguas dependencias fueron creciendo, siendo durante el S. XVI cuando se realizaron las grandes obras, fundamentalmente la iglesia y el claustro.

Forman parte del convento:

a) El antiguo refectorio de Santo Domingo, anterior a las obras del S. XVI, en el que destaca el alfarje de finales del S. XV. Hoy en día en esta habitación se hallan situados la iglesia y el coro bajo. La iglesia conserva todavía el púlpito renacentista y su falta de puerta hacia la calle nos indica que este convento formaba parte de otras dependencias anteriores.

b) El claustro fue trazado por Diego de Alcántara, tras las obras de la nueva iglesia dominica empezada en 1565. Llamado éste de la Mona, es de planta cuadrangular, de dos pisos, el inferior con arcos sobre columnas pareadas y el segundo adintelado. Las galerías están cubiertas con vigas, separadas por tabicas. En las esquinas del patio se encuentran los respectivos retablos. Los muros de este claustro están cubiertos con azulejería, realizados según la traza de Alcántara.
Fuentes: https://cultura.castillalamancha.es/patrimonio/catalogo-patrimonio-cultural/convento-de-las-comendadoras-de-santiago-de-toledo

Convento de las Comendadoras de Santiago de Toledo






Monasterio de Santo Domingo el Real
Fue fundado en 1364 por la noble Inés García de Meneses, hija de García Suárez de Meneses y de María Fernández Barroso, después de enviudar de Sancho de Velasco. Ha sido un monasterio de clausura desde sus comienzos y el primero en Toledo fundado por las monjas dominicas.​ En él profesaron importantes figuras vinculadas a la casa real castellana como María de Castilla, hija bastarda de Pedro I, así como la madre de María y amante del rey Pedro, Teresa de Ayala, hija de Diego Gómez de Toledo y de su esposa Inés de Ayala, hermana del canciller Pero López de Ayala. El monasterio guarda en sus archivos numerosos documentos incluyendo cartas de los descendientes del rey Pedro ya que se convirtió en un «lugar de memoria» del rey.​ En el siglo xv, residió en esta casa Santa Beatriz de Silva, fundadora de la orden concepcionista.

El convento se articula en torno a tres patios: el del Rosal, el del Moral y el de San Martín de Porres. El edificio está conformado por bloques independientes relacionados entre sí, que se han ido incorporando al núcleo principal en el transcurso del tiempo. La primera ampliación se produjo a finales del siglo xiv, momento en el que se construyó la vieja iglesia y otras dependencias de estilo mudéjar, aunque las grandes reformas se efectuaron en el siglo xvi. A mediados de dicho siglo se transforma el coro y, entre 1566 y 1575, se construyó una nueva iglesia, siguiendo un diseño que parece corresponder a la mano del escultor y arquitecto Diego de Velasco de Ávila. En 1583 se realizó el llamado claustro de la Mona, actualmente cedido a las vecinas comendadoras de Santiago.

La iglesia está ubicada en la plaza de Santo Domingo el Real y se accede a ella a través de un pórtico apoyado en cuatro columnas dóricas de piedra sobre altos basamentos, que resguarda tres puertas de acceso adinteladas. Es de una sola nave y planta rectangular con tres capillas hornacinas por cada lateral, aunque cabe destacar especialmente la capilla de Santo Tomé. El gran espacio rectangular de la nave central aparece cubierto con una cúpula pseudoelíptica de gran interés. El retablo mayor es barroco del siglo xvii.

A los pies del templo se abre un coro que cubre con diferentes artesonados y alfarjes mudéjares y cuenta con una sillería y un retablo renacentista, donde también se encuentran los restos momificados del infante Sancho de Castilla, hijo de Pedro I y su amante Isabel de Sandoval.
Fue declarado bien de interés cultural el 15 de junio de 1934
Fuentes: https://es.wikipedia.org/wiki/Monasterio_de_Santo_Domingo_el_Real_(Toledo)

Monasterio de Santo Domingo el Real
















Calle Buzones, fachada norte del antiguo Convento de las Capuchinas (año 1913). No siempre las fechas nos marcarán el año de construcción del edificio, en este caso de bastante mas edad que lo que aquí se marca, sino que a veces se deja testimonio de la ejecución de una rehabilitación o reforma. Aquí se fecha la ejecución del revoco, que sustituye al original de finales del siglo XVII el cual todavía se conserva, con su noble color rojizo, sobre este bello alero en diente de sierra. Nuestros “abuelos” también hicieron revocos de calidad sobre las fachadas de Toledo, éste que les mostramos intentará alcanzar la edad del que le precedió, de momento ya ha alcanzado los cien años, edad a partir de la cual una construcción ya se puede decir que adquiere un carácter singular.

Leyenda de la calle Buzones
La Voz del Silencio atribuida a Gustavo Adolfo Bécquer. “... un viejo judío que tiene su puesto de quincalla frente a la vieja casa en que sonó la misteriosa voz, me contó que dicha casa está deshabitada desde hace mucho tiempo. Vivía en ella una bellísima mujer acompañada de su esposo, un avaro mercader de mucha más edad que ella. Un día el mercader salió de la casa cerrando la puerta con llave, y no volvió a saberse de él ni de su hermosa mujer. La leyenda cuenta que desde entonces todas las noches un fantasma blanco con formas de mujer vaga por el ruinoso caserón, y se escuchan confusas voces mezcladas de maldición y lamento”.
Fuentes: https://consorciotoledo.com/blog-adarve/fechas-en-los-edificios/
http://www.patiosdetoledo.es/patios/buzones-2-calle-de

Calle Buzones



Convento de las Capuchinas
El convento de la Purísima Concepción de la ciudad española de Toledo, popularmente conocido como de las Capuchinas, fue fundado en 1632. El templo conventual consta ya concluido en 1671, fecha en que es solemnemente consagrado; y en 1677, año del fallecimiento del cardenal Pascual de Aragón, su mecenas, están prácticamente terminadas las obras de las dependencias conventuales.
Fuentes: https://es.wikipedia.org/wiki/Convento_de_la_Pur%C3%ADsima_Concepci%C3%B3n_(Toledo)

Convento de las Capuchinas








Cuando Gustavo escribía sus cuentos, leyendas y poemas, no lo hacía en soledad. La mayor parte de las veces, su hermano Valeriano andaba cerca, como ocurrió en sus primeros viajes a Toledo en 1856; además de la estancia prolongada de ambos en la ciudad entre octubre de 1868 y diciembre de 1869 y en el número 8 de la calle San Ildefonso. Esta finca todavía sigue en pie y cobija un laurel de más de 8 metros que Gustavo y Valeriano plantaron hace 150 años.

Las primeras estancias puntuales de los hermanos Bécquer en Toledo comenzaron en 1856, cuando el joven poeta contaba con 21 años y visitaba la ciudad junto a su hermano para recoger material histórico con el que redactar una serie de libros ilustrados que habrían de llamarse Historia de los Templos de España. Aquellos primeros viajes sólo dieron fruto a un primer volumen: Templos de Toledo, publicado en 1857 con textos de Gustavo e ilustraciones de Valeriano.

Además de esta publicación, las visitas de Bécquer a Toledo le sirvieron para, primero, enamorarse de la ciudad, y segundo, ambientar en ella cuatro de sus leyendas más famosas: Tres fechas, El Cristo de la Calavera, El Beso y Rosa de Pasión.
Fuentes: https://www.homohominisacrares.net/historia/hermanos-becquer-toledo.php



Torre de la Iglesia de Santa Leocadia
La parte mejor conservada de la construcción mudéjar es la torre, adosada al ábside del evangelio; lo que viene a confirmar que se levantó al mismo tiempo que la iglesia. Mantiene ese aire de alminar musulmán, que caracteriza a las torres toledanas: Cuerpo bajo cerrado, con aparejo de cajas de mampostería entre hiladas de ladrillo. Para iluminación de la escalera interior, se abren estrechas ventanas, casi saeteras, donde el habitual arco lobulado cobija un arquillo mixtilíneo, en yeso. Como remate, un friso de arcos ciegos lobulados, cuya clave se anuda en un círculo que enlaza con el alfiz, forma derivada de la decoración taifa. Encima, el cuerpo de campanas, con el consabido doble vano de herradura apuntada, y el alero sobre ladrillos en saledizo, transposición de los modillones de rollo califales. La estructura es la normal, de planta cuadrada, con machón central, en torno al que se desarrolla la escalera.
Fuentes: https://es.wikipedia.org/wiki/Iglesia_de_Santa_Leocadia_(Toledo)


Torre de la Iglesia de Santa Leocadia

Monasterio de Santo Domingo el Antiguo
El monasterio de Santo Domingo de Silos el Antiguo, también conocido como convento de Santo Domingo el Antiguo, es un monasterio de la ciudad española de Toledo. Data del siglo VI y fue reconstruido en el siglo XI después de la conquista de la ciudad por el rey Alfonso VI de León.

Varios manuscritos guardados en su archivo relatan que el monasterio fue construido en la época de san Ildefonso, como se desprende de las tres piedras visigodas con decoración a bisel de los siglos VI y VII. El rey Alfonso VI de León, después de la conquista de Toledo en 1085, y cumpliendo un juramento que había hecho al abad de Silos, lo mandó reconstruir. Después se trasladaron ahí un grupo de monjas cluniacenses y en 1159 las religiosas en el convento adoptaron la reforma cisterciense.​

En la segunda mitad del siglo XVI, sufrió grandes transformaciones al derribarse la antigua iglesia mudéjar. María de Silva, una dama portuguesa que con trece años había llegado a Castilla en el séquito de la reina Isabel de Portugal,​ vivió 38 años en el monasterio​ como «señora de piso» después de enviudar de Pedro González de Mendoza, contador mayor del rey Carlos V.​ María falleció en el monasterio el 28 de octubre de 1575.​ La iglesia, que se edificó para el enterramiento de María de Silva,​ tal como se llegó a construir, tiene doble paternidad; la comenzó Nicolás de Vergara el Mozo, y la continuó Juan de Herrera, arquitecto real.

La iglesia destaca por la sencillez de sus formas. Tiene planta longitudinal con crucero y presbiterio de gran desarrollo, con testero plano, lo mismo que los del crucero. Los muros están articulados con pilastras jónicas que sostienen un entablamento de gran desarrollo. La cúpula sobre pechinas está coronada por una linterna.

Como elementos fundamentales para la decoración de la iglesia, Diego de Castilla, deán de la Catedral de Santa María de Toledo y albacea de María de Silva, encargó a El Greco el retablo mayor y dos laterales,​ de los cuales, solamente algunos lienzos, permanecen en su lugar. Los contratos entre El Greco y Diego de Castilla y su hijo Luis se firmaron el 8 de agosto de 1577.​ La colección de la documentación del monasterio incluye numerosos documentos, correspondencia y testamentos de la familia Castilla, descendientes del rey Pedro I el Cruel cuyo testamento, otorgado en Sevilla el 18 de noviembre de 1362, forma parte de la colección.
Fuentes: https://es.wikipedia.org/wiki/Monasterio_de_Santo_Domingo_el_Antiguo_(Toledo)

Monasterio de Santo Domingo el Antiguo








Real Colegio de Doncellas Nobles
La institución fue fundada en el año 1551 por el arzobispo de Toledo y cardenal Juan Martínez Silíceo. Fue copatronazgo del arzobispo y del rey Felipe II, que tenía como objetivo la educación de jóvenes para ser buenas madres de familia. Procedían de familias humildes (a propuesta del arzobispo) y otras procedentes de familias nobles procedentes de toda Europa (a propuesta del rey). Está incluido en la lista de Reales Sitios de Patrimonio Nacional.

Funcionó con el estatuto original hasta que en 1990 el Colegio se convirtió en residencia Universitaria. Desde 2016 está abierto a visitas turísticas, gracias a un acuerdo entre Patrimonio Nacional y el Arzobispado de Toledo.

El edificio del colegio sigue ocupando el emplazamiento original de una de las casas, que para tal fin fueron adquiridas a Diego Hurtado de Mendoza y de la Cerda, príncipe Mélito. En el siglo XVII el edificio sufrió restauraciones, y a finales del XVIII se realizaron nuevas obras, costeadas por el cardenal Lorenzana y dirigidas por Ventura Rodríguez, quien respetó las características originales de la construcción del siglo XVI: una estructura organizada en torno a un patio adintelado con columnas de granito, dos salones alargados, situados en los lados opuestos del patio, y unas amplias escaleras de paso al piso superior.

Cuando el Colegio necesitó ampliar su construcción, siendo entonces su director Luis Fernández de Lara, se pensó en un solar próximo propiedad del Colegio, donde existían dos antiguas viviendas. Comunicado con el edificio existente y en dicho solar se construye, entre 1900 y 1903, un edificio diseñado por el arquitecto Santiago Castellanos.
Se trata de un edificio de planta cuadrada con esquinas en chaflán, jardín trasero y patio interior. En alguno de sus puntos tiene cuatro plantas.

Todo el edificio descansa sobre un basamento de piedra granítica que sirve de base a los lienzos de ladrillo. Los vanos exteriores guardan una composición simétrica y se repiten con cierta equidistancia y ritmo. Son adintelados y están protegidos con rejas. Entre ellos destacan las múltiples combinaciones geométricas de los ladrillos, que se convierten en la base de la decoración. Se introducen líneas horizontales compuestas por azulejos de cerámica decorada.

El edificio tiene en sus tratamientos un carácter historicista neomudéjar. Constructivamente está realizado con estructura metálica, que se hace patente en elementos singulares, como el pasaje elevado que comunica el edificio primitivo con esta ampliación, donde se evidencia la estructura roblonada. Estas soluciones se destacan también en las galerías cubiertas del patio interior.

La fachada principal, orientada a mediodía, tiene dos portadas, una de entrada al colegio y la otra que da paso a la iglesia. La primera es de orden dórico, en sillería, con escudo real, y otro con las armas del fundador. La segunda posee dos cuerpos: El inferior, con un vano de medio punto enmarcado por cuatro pilastras en orden dórico, y sobre el que se ve un escudo con armas del Cardenal Silíceo. Ambas portadas son barrocas clasicistas.

En el lugar del antiguo salón principal, actualmente se encuentra la iglesia-capilla del colegio. Consta de una nave cubierta con bóveda de cañón con lunetos, crucero sobre pechinas y testero plano. Tiene un retablo principal con lienzo de la Virgen de los Remedios, titular del Colegio. A los lados de la nave retablos barrocos, con la Virgen del Pozo y San Jerónimo. Al pie de la iglesia se encuentra el coro de capellanes y en el piso superior, guardado con reja, el coro de colegialas, con bóveda de aristas. Alberga una serie de pinturas de José Muriel Alcalá.
Fuentes: https://es.wikipedia.org/wiki/Real_Colegio_de_Doncellas_Nobles

Real Colegio de Doncellas Nobles





Iglesia de Santa Eulalia
La iglesia de Santa Eulalia parece datarse en los primeros años de la Reconquista -siglo XII-, siendo ya mencionada en documentos de 1181 y constituyendo uno de los primeros y más arcaicos ejemplos del mudéjar toledano. También anteriormente, los versos atribuidos a San Ildefonso afirman que fue fundada por Atanagildo en 559 d.C.

El templo presenta planta basilical de tres naves y alzado con vanos semicirculares abiertos por encima de la arquería de la nave central que existieron en la estructura originaria, siendo posteriormente cegados y encalados. Posee arcos de herradura semicirculares encuadrados por alfíz. También se da un sistema de soporte con pilar de columna adosada aunque posteriormente quedaran exentas.

En cuanto a la cabecera de la iglesia resulta más problemático establecer la estructura primitiva, a causa de su completa remodelación. La capilla mayor fue adquirida en 1604 por Alonso Díaz Francés y su mujer, que la reedificaron y dotaron como capilla privada para sí. Por los mísmos años puede situarse la reforma de las capillas laterales- cubiertas por cúpulas sobre pechinas con linterna- y la reconstrucción de la torre.

La iglesia actualmente mantiene aún el rito mozárabe consistente en una forma de celebración de la liturgia católica en lengua latina que se desarrolló en Hispania entre los siglos V y VII y que duraría hasta mediados del siglo XI, tanto en las zonas bajo el dominio musulmán como cristiano.
Fuentes: https://cultura.castillalamancha.es/patrimonio/catalogo-patrimonio-cultural/iglesia-de-santa-eulalia-de-toledo

Iglesia de Santa Eulalia



Cobertizo de Doncellas
Viejo cobertizo que baja hacia el Colegio de Doncellas Nobles, fundado en 1551 por el Cardenal Siliceo, destinado a formar futuras madres de familia. El cobertizo pertenece a la casa que en 1780 pertenecía al marqués de Villagarcía, conde de Torrejón. Ha amenazado ruina en varias ocasiones desde antiguo y casi se derriba en 1854, según apunta Julio Porres, pero se mantuvo en pie. Es uno de los pocos cobertizos que se conservan que une edificios civiles. Un poco más abajo, en esta misma calle encontramos un pasaje metálico que une el Colegio de Doncellas con un edificio hoy perteneciente a la administración regional.
Fuentes: https://www.leyendasdetoledo.com/cobertizos-toledo/

Cobertizo de Doncellas





Convento de San Clemente de Toledo
El convento de San Clemente es considerado como uno de los primeros monasterios toledanos fundado extramuros de la ciudad, después de la Reconquista de ésta por Alfonso VI en 1085. Posteriormente, en tiempos de Alfonso VII, se trasladó a unas casas particulares en el interior, que con el tiempo fueron creciendo y transformándose hasta abarcar toda una manzana. Actualmente está ocupado por monjas cistercienses.
La iglesia está situada paralela al eje de la calle de San Clemente con acceso directo desde ella. Es de una sola nave dividida en dos tramos, con muros enlucidos y decorados con pinturas murales sobre pasajes evangélicos. Los soportes vienen constituidos por muros corridos sobre los que descargan arcos apuntados que engendran bóvedas de crucería estrelladas. En 1534 el presbiterio se reformó por Alonso de Covarrubias, adoptando una forma ochavada, labrándose los ochavos de piedra berroqueña y la bóveda de crucería.
El convento posee dos portadas principales: una de acceso a la iglesia y otra al convento. La primera es obra de Alonso de Covarrubias, algo anterior a la del conveto; es de color blanco de la piedra de Regachuelo y está formada por un arco semicircular que descansa sobre dos columnas abalaustradas, decorada con putti, guirnaldas y tondos con cabeza, exponentes del estilo plateresco. 
Fuentes: https://cultura.castillalamancha.es/patrimonio/catalogo-patrimonio-cultural/convento-de-san-clemente-de-toledo

Este año 2023 no he podido visitarlo y hacer las correspondientes fotografías, pues estaba cerrada la iglesia, por lo que he puesto  fotografias del interior de la iglesia de otras visitas realizadas por mi  parte, con el fin de poder apreciar la belleza de dicha iglesia, esperando que los proximos años estén abiertas sus puertas y podamos seguir disfrutando todos los toledanos y toda la gente de fuera que acude en estos días a Toledo.













Iglesia de San Ildefonso o de los Jesuitas. 
La iglesia de San Ildefonso es una iglesia de estilo barroco localizada en el centro del casco histórico de la ciudad de Toledo, España. También es conocida como la iglesia de los jesuitas y se encuentra consagrada a san Ildefonso de Toledo, patrón de la ciudad y Padre de la Iglesia.

Enclavada entre la calle de San Román y la calle Alfonso XII, la iglesia presenta una orientación noroeste-suroeste, de tal modo que su fachada frontal queda dirigida hacia la catedral de Toledo. El interior de la iglesia, con su nave principal con forma de planta de cruz latina, es de grandes dimensiones y de color blanco. En dicha nave destaca la elevada cúpula sobre el crucero. En el transepto se encuentran dos grandes retablos barrocos. De ellos, originarios de la iglesia de san Juan Bautista, hoy desaparecida, uno es San José obrero con el Niño, obra de Germán López Mejía; y el otro es El Bautismo de Cristo, del artista Alonso de Arco y fechado en 1702. A ambos lados de la nave principal se encuentran comunicadas entre sí sendas hileras de cuatro capillas menores cada una, decoradas profusamente en estilos barroco y rococó

La parte exterior de la cúpula, debido a sus dimensiones y a la localización de la iglesia, es unos de los puntos más altos de Toledo, junto a la catedral de Santa María y al alcázar, hacia los que tiene vistas notables, igual que las torres, que son visitables. En una de las torres se pueden ver tres campanas de bronce.
Fuentes: https://es.wikipedia.org/wiki/Iglesia_de_San_Ildefonso_(Toledo)




Iglesia de San Román
La iglesia de San Román de la ciudad de Toledo se construyó en estilo mudéjar en el siglo xiii en el lugar donde antes había una mezquita y probablemente, un antiguo edificio romano. Actualmente es la sede del Museo de los Concilios y de la Cultura Visigoda.

Está situada en uno de los lugares más altos y privilegiados de la ciudad, en la segunda de las doce colinas que la forman. Se tienen noticias ya de la parroquia en el siglo XII y la iglesia sería consagrada en 1221 por el arzobispo Rodrigo Ximénez de Rada. La tradición señala que en ella se coronó rey a Alfonso VIII de Castilla el 26 de agosto de 1166.

La iglesia presenta planta basilical con tres naves, separadas por arcos de herradura con alfiz que apoyan sobre pilares con columnas visigodas y romanas adosadas con capiteles reutilizados de procedencia visigoda en algunos casos, distinguiéndose por sus hojas corintias.​

A lo largo del siglo XIII se construyeron un nuevo ábside y la robusta torre (de estilo mudéjar toledano, con sus dos cuerpos superiores en doble campanario, abriéndose los vanos en grupos de dos y tres, y que serviría de modelo a otras torres toledanas); además de realizarse las pinturas murales al fresco en estilo románico figurativo combinado con decoraciones típicamente mudéjares. De gran belleza, están consideradas las más meridionales de España. Los frescos están divididos en dos áreas separadas por inscripciones. Destacan los cuatro evangelistas alados y las representaciones de arzobispos, los santos Esteban y Lorenzo, ángeles o el Juicio Final.

En el siglo XVI, Alonso de Covarrubias diseñó el ábside con cúpula plateresca de casetones en la capilla mayor; y se cubrieron posteriormente las pinturas, con lo que se perdió su rastro hasta el primer tercio del siglo XX en que se redescubrieron. No fue hasta la década de 1940 cuando fueron recuperadas en lo posible.

En 1931, la iglesia fue declarada monumento histórico-artístico nacional
Fuentes: ​https://es.wikipedia.org/wiki/Iglesia_de_San_Rom%C3%A1n_(Toledo)





Portada del convento Madre de Dios
Se trata de la portada mudéjar del convento Madre de Dios, un edificio que la Universidad de Castilla-La Mancha está rehabilitando para ampliar las dependencias de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales.

La portada está fechada a principios del siglo XIV, está considerada como el ejemplo mejor conservado de arquitectura mudéjar en edificios nobles de la zona centro de España, según manifestó el arqueólogo Juan Manuel Rojas, quien ha estado al frente del equipo interdisciplinar que ha realizado la restauración.

El responsable de los trabajos explicó la enorme sorpresa que supuso el descubrimiento de esta fachada, que permanecía oculta y divida en tres niveles. También relató el minucioso trabajo de restauración realizado en una portada que perteneció a un edificio de una noble familia asentada en Toledo, posiblemente los «Cervatos». Posteriormente, ya en el siglo XV, el edificio fue adquirido por María Gómez de Silva, convirtiendo el inmueble en un convento.

La portada consta de tres cuerpos; el inferior está formado por una puerta adintelada, sobre la que se encuentra un dovelaje en la que alternan hiladas de ladrillos con tiras de azulejos blancos, verdes y negros, todo ello enmarcado en una cenefa, también de azulejería con varios escudos nobiliarios. El cuerpo intermedio está compuesto por una serie de arquillos ciegos polilobulados que se entrecruzan, mientras que en el cuerpo superior se encuentra un ventanal compuesto por tres arcos, también polilobulados, sostenidos por columnas de mármol.
Fuentes:https://www.abc.es/espana/castilla-la-mancha/toledo/abci-portada-convento-madre-dios-ejemplo-unico-mudejar-200501150300-9631465452918_noticia.html

Portada del convento Madre de Dios



La iglesia de Santo Tomé o de Santo Tomás Apóstol se encuentra ubicada en el centro histórico de la ciudad española de Toledo, y fue fundada después de la reconquista de esta ciudad por el rey Alfonso VI de León.​ Aparece citada en el siglo xii, como construida sobre el solar de una antigua mezquita del siglo XI. Esta mezquita junto con otras de la ciudad fueron utilizadas como iglesias cristianas sin grandes cambios, ya que en la toma de la ciudad no hubo destrucción de edificios.

Sin embargo, a principios del siglo XIV, por encontrarse en estado ruinoso fue totalmente reedificada a cargo de Gonzalo Ruiz de Toledo, señor de Orgaz y se transformó el antiguo alminar de la mezquita en campanario en estilo mudéjar.​ Su fama se debe sobre todo por albergar en su interior, el cuadro El entierro del Conde de Orgaz de El Greco, que puede contemplarse accediendo por la parte posterior de la iglesia.

El antiguo alminar reconstruido en el siglo XIV por el señor de Orgaz, es de planta cuadrada, en lo que se puede llamar mudéjar toledano, con mampostería y ladrillo muy bien conservada y basada en la de la Iglesia de San Román, de la misma ciudad. La torre contiene incrustaciones de cerámica vidriada y en sus dos cuerpos superiores, doble campanario, se abren grupos de dos y tres ventanas y entre estos dos pisos una decoración a modo de friso de arquería ciega con arcos lobulados y separados por pequeñas columnas de barro cocido vidriado. El coronamiento está realizado con especie de cordón de «dientes de sierra».

Junto a una ventana geminada de la torre en el segundo piso, se encuentra encastrada una placa-nicho visigoda de mármol blanco con venera y cruz patada adornada con las letras alfa y omega y estudiada como una pieza similar al prototipo realizado en los talleres de Mérida, que habrían extendido su influencia en los de Toledo
Fuentes: https://es.wikipedia.org/wiki/Iglesia_de_Santo_Tom%C3%A9_(Toledo)





Convento de San Antonio de Padua
El convento de San Antonio de Padua es un edificio de la ciudad española de Toledo, cuyo origen se remonta al sigloXVI.

Fue en origen un beaterio de mujeres fundado en 1514, que tuvo su sede en unas casas situadas frente a la portada de la iglesia conventual de los Dominicos de la Madre de Dios. En 1525, las beatas compran el palacio o casona del regidor comunero Hernando de Ávalos, que había sido confiscada, por orden de Carlos V. Este palacio de Ávalos será el núcleo del convento de San Antonio de Padua, con otras adiciones de inmuebles vecinos. Las trazas, para la iglesia conventual, se deben a Juan Bautista Monegro; pero quien terminó las obras fue Juan Martínez Encabo.

En las dependencias conventuales se aprecia una yuxtaposición, impuesta sin un criterio ordenador. Es de destacar el denominado patio de Los Naranjos, que data de 1480. Se trata de un espacio cuadrangular, de estructuras adinteladas, cuyos soportes fundamentales son pilares ochavados. Sus galerías presentan cubiertas de madera, con alfarjes de decoración vegetal pintada y algunas yeserías decorativas, gótico-mudéjares.

La portada conventual parece ser, también, resto del antiguo palacio de Ávalos, ejemplo del gótico civil toledano. El convento cuenta con otro patio, el conocido como del Cementerio, que parece obra de principios del siglo XVI. Está formado por tres pisos adintelados, el inferior con soportes de piedra y los restantes en madera. La sala capitular, con un alfarje como cubierta, es fechable hacia finales del siglo XV.

La iglesia es de planta rectangular, de una sola nave, dividida en cuatro tramos, y cuenta con amplio crucero de escaso desarrollo lateral, presbiterio de testero plano, poco profundo y tres capillas-hornacinas, por cada lado. Presenta un amplio coro a los pies del templo. Sobre el tramo central del crucero se levanta una gran cúpula, fajeada sobre pechinas, sin tambor y ciega. El resto de las bóvedas son medios cañones con lunetos. La articulación de los jaharrados alzados interiores se realiza mediante pilastras toscanas, sobre las que corre el correspondiente entablamento de friso liso.

Exteriormente, todo el conjunto conventual, tiene paramentos con aparejo mixto de ladrillo y mampostería. Aunque la iglesia muestra volúmenes cúbicos y de netas aristas, sobre todo el cimborrio, cuadrangular al exterior, enmascara la nervatura de la cúpula.
Fuentes: https://es.wikipedia.org/wiki/Convento_de_San_Antonio_de_Padua_(Toledo)

Convento de San Antonio de Padua







Cobertizo en la Calle del Ángel
En 1956 se construyó un alto cobertizo que enlazaba la residencia de la congregación del Servicio Doméstico con una casa comprada por esta comunidad en la acera opuesta y que pertenecía a las Terciarias Carmelitas.
Fuentes: https://www.leyendasdetoledo.com/cobertizos-toledo/

Cobertizo en la Calle del Ángel









Cristo de la Buena Muerte
La imagen del Cristo de la Buena Muerte que actualmente desfila en la procesión es una bellísima talla de madera sin policromar, casi de tamaño natural, de 1,20 m., de un “Cristo que acaba de morir en la Cruz”. Fue tallada en 1972 por el escultor toledano D. Mariano Guerrero Corrales, que le acompaña como cofrade, quien quiso plasmar en ella, con gran certeza, el dolor de la muerte de Cristo después de tanto padecer. En Él se puede apreciar cada uno de los huesos, músculos y nervios que configuran su frágil cuerpo muerto, cubiertos por una piel seca y ajada por el terrible dolor de la muerte terrenal. Carece de adornos y representa al Cristo que está muriendo en la Cruz.

Cristo de la Buena Muerte









Ascensión

Semana Santa en Toledo. 2023 por Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional

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